domingo, 29 de diciembre de 2013

Dead Inside | via Tumblr a We Heart It-on - http://weheartit.com/entry/92005417

You know what? Yes, I have changed. I'm not as nice as I used to be, because I don't want to get used or walked over, I don't trust anyone and tell them my secrets, because behind every fake smile is a backstabbing bitch. I distance myself from people because in the end, they're only goint to leave. I have changed because I have realized that I'm the only person I can depend on. 


It's just that I don't want to be somebody's crush. If somebody likes me, I want them to like the real me, not what they think I am. And I don't want them to carry it around inside. I want them to show me, so I can feel it too

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Vintage | nature | photgraphy | adventure & travelling | positive & enjoy life - blogisn't it weird to think that if you were raised differently, if you lived somewhere else, if you said yes to that boy who asked you out in eighth grade, or if you played a different sport your life would be completely different? Just think about it: one little thing, one little choice can change your entire life. 

martes, 24 de diciembre de 2013

La vida es como un viaje en tren, con sus estaciones, sus cambios de vías, sus retrasos, sus accidentes... Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado, pero en alguna estación ellos se bajarán, dejándonos en el viaje solos. De la misma forma se subirán otras personas importantes: nuestros hermanos, amigos, hijos y hasta el amor de nuestra vida. Muchos de ellos bajarán y nos dejarán un vacío permanente, otros pasarán tan desapercibidos que ni nos damos cuenta que desocuparon sus asientos. Este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, esperas y despedidas. El tener éxito en este viaje dependerá de tener una buena relación con los pasajeros y dar lo mejor de nosotros. El gran misterio para todos es que no sabremos en qué estación nos bajaremos. Es por eso que debemos vivir de la mejor manera: amar, perdonar, reír, disfrutar... así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío, dejemos bonitos recuerdos en el tren de la vida para que otros nos recuerden con una sonrisa. Vive y disfruta de este viaje porque la vida nos ofrece uno solo y tenemos que ser capaces de aprovecharlo al máximo.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Ya he perdonado errores casi imperdonables. He tratado de sustituir a personas insustituibles. Me he olvidado de personas inolvidables. Ya he hecho cosas por impulso. Me he decepcionado con personas y, seguramente, yo también he decepcionado a alguien. Me he reído cuando no podía. Ya he conocido a gente que me ha enseñado la amistad. Ya he gritado y saltado de felicidad. He llorado escuchando música y viendo fotos. He llamado sólo para escuchar una voz. Ya me he enamorado de una sonrisa. Y aún así, esto no es nada con todo lo que me queda por delante.


Nunca te duermas sin un sueño, ni te levantes sin un motivo, tampoco vivas por nadie que no esté dispuesto a vivir por ti, recuerda que ningún día se parece a otro y que nadie se parece a ti. Que sólo hay una persona capaz de hacerte feliz y eres tú mismo. Si hay gente que quiere entrar en tu vida, que entre, si hay gente que quiere salir de ella, que salga, pero que no se queden en la puerta porque molestan a los que sí quieren entrar. 

martes, 18 de junio de 2013

I love when you look at someone with a smile on your face, and they break into a smile back at you, not because they know why your smiling, but because you're happy and that's enough to make them happy

In life you will realize there's a role for everyone you meet. Some wil test you, some will use you, some will love you, and some will teach you. But the ones who are truly important are the ones who bring out the best in you. They are the rare and amazing people who remind you why it's worth it 

¿Qué nos ha pasado? Nos ha pasado que los chupetes se convirtieron en cigarros, el agua en vodka, las bicicletas en coches y los besos en sexo. ¿Te acuerdas cuando volar significaba columpiarse muy rápido? ¿Cuándo protección era utilizar casco al montar en bicicleta? ¿Cuándo lo peor que te podía pegar una persona eran piojos? ¿Cuándo sólo queríamos a nuestros padres? Cuando los hombros de papá eran el lugar más alto del mundo y mamá era nuestra heroína. Tu peor enemigo era tu hermano, los problemas de velocidad eran causados por quien corría más rápido, la guerra era sólo un juego y la única droga que conocías era el Dalsy. El dolor más fuerte que podías tener era el de tus rodillas raspadas y adiós simplemente significaba hasta mañana. Eran los mejores tiempos, pero aun así, no podíamos esperar a crecer. 

domingo, 26 de mayo de 2013



Un profesor delante de su clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió jarrón grande de cristal y empezó a llenarlo de pelotas. Una vez llenado, le preguntó a sus estudiantes si el jarrón estaba lleno, a lo que los estudiantes respondieron que sí. El profesor cogió una caja llena de canicas y las vació dentro del jarrón. Las canicas llenaron los espacios que habían entre las pelotas y volvió a preguntar a  sus estudiantes si el jarrón estaba lleno y ellos volvieron a responder que sí. Después el profesor cogió una caja llena de arena y la vació dentro del jarrón. La arena llenó todos los espacios vacíos y el volvió a preguntar si estaba lleno. En esta ocasión, los alumnos respondieron con un sí unánime. El profesor sacó un par de cervezas y las vertió en el jarrón y lleno los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes rieron. Cuando las risas pararon, el profesor les dijo: "quiero que entiendan que este jarrón representa la vida. Las pelotas son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, aquellas cosas que te apasionan, cosas que aunque perdiésemos todos lo demás, nuestra vida seguiría estando llena. Las canicas son aquellas cosas que también nos importan, pero menos, como el trabajo, la casa, el coche y la arena es todo lo demás, las pequeñas cosas. Si ponemos la arena en primer lugar, no habrá espacio para las pelotas. Lo mismo ocurre con nuestra vida; si utilizamos todo nuestro tiempo y nuestra energía en las pequeñas cosas, nunca tendremos tiempo para lo verdaderamente importante. Presten atención a las cosas que son cruciales para la felicidad: rían sin vergüenza con sus amigos, disfruten de los momentos con su familia, practiquen sus actividades favoritas. Ocupen su tiempo en aquellas cosas que realmente importan, hay que establecer prioridades porque el resto, es sólo arena". Uno de los estudiantes, tras el discurso, levantó la mano y pregunto qué representaban las cervezas, a lo que el profesor le respondió: "me alegro de que me lo hayas preguntado, las cervezas significan que no importa cuán ocupada sea tu vida y cuantas cosas tengas por hacer, que siempre hay lugar para tomar un par de cervezas con un amigo"

domingo, 14 de abril de 2013



¿Crees que eres tú eres la única que lo está pasando mal? Mírame a mí, tengo 54652346445 razones para estar mal, llorando en mi casa sin salir, pero aquí estoy, aquí me tienes, todos los putos días con una sonrisa de oreja a oreja y demostrándole a toda esa gente que a mi no me tumba ni la vida, que es imposible derrotarme y verme mal; imposible. Que a pesar de las circunstancias y de todo lo que me venga por delante, yo consigo superarlo y no le pienso dar el placer a nadie de decir que consiguió hundirme. Ponte tu mejor vestido y colócate bien la corona, maquillaje y sal. Dale envidia a todas esas personas que te querían ver mal y haz que el que pudo tenerte se arrepienta de haberte rechazado. Queda mucha vida por delante, muchos momentos, muchas risas, muchos llantos, muchos amores y muchos desamores, muchas fiestas, muchos cumpleaños y muchas situaciones que vivir así que ni se te ocurra decir que tu vida no tiene sentido porque un gilipollas no te quiere, pues sabes perfectamente que no te merece y que tus lágrimas valen más que cualquier subnormal que quiera verte mal. Lucha, sigue adelante, y no le des la espalda a los problemas. Sé fuerte y piensa que cualquier problema tiene solución menos la muerte. 
It doesn't make sense to call ourselves ugly because we don't really see ourselves. We don't watch ourselves sleeping in bed, curled up and silent with chests rising and falling with our own rhythm. We don't see ourselves reading a book, eyes fluttering and glowing. You don't see yourself looking at someone with love and care inside your heart. There's no mirror in your way when you're laughing and smiling and happiness is leaking out of you. You would know exactly how bright and beautiful you are if you saw yourself in the moments when you're truly yourself.
Están siempre ahí. Jamás fallan. Vayas donde vayas, ahí que van, dispuestos a darlo todo. Acuden al cine para toserte a la oreja, al teatro para disputarte el reposabrazos y a ese concierto para taparte justo el ángulo de visión donde está el cantante. Bloquean las carreteras cada fin de semana, el transporte público todas las mañanas, se llevan el último periódico y se suben al ascensor muy rápido para que no te dé tiempo a cogerlo. Crían a sus hijos para ocupar el asiento que está justo detrás de ti cada vez que tomas un vuelo intercontinental. Roncan cuando necesitas dormir. Hablan cuando necesitas silencio. Y eso sí, en cuanto buscas su compañía, desaparecen.

Si te fijas, siempre esperan a que salgas a la calle para caminar dos metros por delante, fumando pipa. Y si te gusta la pipa, fuman puro. Y si también te gusta el olor del puro, pues fuman otra cosa. Hasta que encuentran el humo que te haga entrar náuseas. Y si no hay humo que lo consiga, entonces pasarán al plan B y probarán dándole rienda suelta a su halitosis o a su olor corporal. Y así todo el rato. Por cierto, eso que ves ahí no es que hagan cola, es que están dibujando una flecha humana que señala tu siguiente destino, el lugar donde estás a punto de perder los próximos minutos de tu vida. Ellos son así.

No se saben tu nombre, ni falta que les hace. No te confundas, no es ni siquiera ignorancia, es desinterés. Saben de sobras por dónde te mueves, y con eso les basta para hacer bien su trabajo. Si les preguntas, te dirán que no, que su función no tiene nada que ver contigo. Que son médicos, astronautas, estudiantes, alpinistas, samuráis. Pero no te creas nada, es todo una tapadera. Su misión en la vida la tienen muy clara. Están programados para ello. Y no van a parar hasta conseguirlo.

Son los demás. Cargo que les fue asignado en cuanto nacieron siendo cualquier otro menos tú. Cargo que desempeñan sin conocimiento de causa y con el que van a tener que apechugar el resto de su vida.

Los demás, por definición ese incordio, coñazo y estorbo con el que encima no tenemos más remedio que convivir. Inventamos nuevas tecnologías no para progresar, o para llegar más lejos ni siquiera para comunicarnos mejor. Inventamos chismes y servicios para estar con los demás sin tener que aguantarlos. El home cinema es un cine sin los demás. El coche revolucionó el siglo pasado porque nos permitió llegar a los sitios sin los demás. Y ya no digamos la moto. Pero es que el e-mail es el mensaje con los demás bien lejos. Las redes sociales son una conversación, sí, pero sin tener que soportar ni el olor ni la presencia de los demás. Y qué es el móvil sino una puertecita inventada por Lewis Carroll por la que entran y salen los demás. Sólo aquéllos privilegiados que pueden comer tus galletitas, claro.

Y sin embargo, de tanto en tanto, un demás irrumpe en tu vida y sin saber muy bien cómo o por qué, deja de serlo. Ese día te giras y hasta puede que te preguntes cómo fue posible que vivieses pensando que esa persona era parte de los demás.

Sin embargo, de tanto en tanto, son los demás los que nos proveen de nuevos puntos de vista, ya sea a favor o en contra de lo que creemos ser. Son los demás los que jamás nos podrán decepcionar, porque antes deberían dejar de serlo. Y son los demás los que, algún día, seguramente nos sorprendan y nos hagan crecer. Gente que se convierta en personas. Y viceversa.

No sé en qué momento ocurrió, cuándo se nos fue la pinza y llegamos a creer que el verdadero lujo era un espacio cada vez más vacío. Pero cuanto más nos alejamos de los demás, más nos dimos cuenta de que ellos eran los únicos de los que podíamos aprender. Y ahora toca recuperarlos.

De un tiempo a esta parte, un grupo de demases nos está enseñando que sí se puede. Que Goliath tuvo siempre los pies de barro y que aquí el emperador jamás se vistió. Y encima, por el camino, nos recuerda palabras como el escrache, tan fea en su significante como bella en su significado. En el momento de escribir estas líneas, todavía nadie les ha dado públicamente las gracias. A demás.

Y es que, por injusto que parezca, en tu vida conocerás sólo dos tipos de personas: las que algún día echarás de menos. Y los demás

Le llaman la "crisis del primer cuarto de vida". Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás. Notas que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, etc. Cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para conversar un rato. Las multitudes ya no son "tan divertidas", incluso a veces te incomodan. Extrañas la comodidad del colegio, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Ahora es cuando notas que mientras algunos son verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo. Entiendes que la amistad no se basa en el tiempo, sino en la calidad de las personas que tienes a tu lado. Te empiezas a dar cuenta de que algunas personas son EGOÍSTAS y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos o que los conservas desde hace mucho tiempo, no son exactamente las mejores personas que has conocido. Que hay gente que te rodea, a quienes le debes poner mayor atención y quienes resultarán ser de los amigos más importantes para ti. Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor. Entiendes que el tiempo no sana las heridas, sino que alarga las agonías. Aprendes que las peleas son distintas a las discusiones y que las discusiones surgen en base al cariño y engrandecen las relaciones. Entiendes que los tiempos no existen y que las decisiones hay que tomarlas alguna vez en la vida. Aprendes que alguien más que tú puede tener la razón, y que con los sentimientos ajenos no se juega. Aprendes que las parejas van y vienen, y que hay gente que se queda y que siempre estará. Aprendes a escuchar y a valorar los pequeños detalles del resto, que marcan la diferencia entre las multitudes.  Aprendes que la calidez y sinceridad de palabras, los oídos atentos, y una incondicional lealtad, no te la da nadie más que un verdadero amigo. Aprendes que la confianza es algo que se siembra, se riega, se cultiva y se cosecha, que hay que ganársela y saber mantenerla. Que es para una persona especial, que no es para todos, y que lamentablemente no se regala y cuando se pierde es imposible recuperarla. Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que significaba tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a una persona lo suficientemente interesante como para querer conocerla mejor. Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos, y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido. Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeña billetera. Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y añades cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no. A veces te sientes genial e invencible, y otras... con miedo, solo y confundido. De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando y de saber conservar bien el presente porque será tu única compañía en el futuro. Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello. Todos nosotros tenemos "veintitantos" y nos gustaría volver a los 15 -16 algunas veces, pero sabemos que hay gente que ha aparecido en nuestro camino durante estos últimos años que son únicos. Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza... pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos... Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro, que las amistades universitarias son las verdaderas y que estamos entrando a la realidad de nuestras vidas. Parece que fue ayer que teníamos 16... ¿¡Entonces mañana tendremos 30!? ¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!??? 


HAGAMOS VALER NUESTRO TIEMPO... ¡QUE NO SE NOS PASE! "La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento"

jueves, 11 de abril de 2013


He aprendido que los amores pueden llegar por sorpresa o terminar en una noche. Que grandísimos amigos pueden volver grandísimos desconocidos y que por el contrario, un desconocido, puede volverse alguien inseparable. Que el “nunca jamás” nunca se cumple y que el “para siempre” siempre termina. Que el que quiere, lo sigue y lo consigue. Que el que arriesga no pierde nada y el que no arriesga, no gana. Que le físico atrae, pero la personalidad enamora. Que si quieres ver a alguien, díselo, mañana será demasiado tarde. Que el sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional. Y sobre todo he aprendido que no sirve de absolutamente nada seguir negando lo evidente.

Cuando era pequeña solía meter los brazos dentro de la camiseta y decirle a la gente que los había perdido. Apagaba y encendía el juego cada vez que sabía que iba a morir. Dormía abrazada a todos los peluches para que ninguno se ofendiera. Tenía el boli de 6 colores y apretaba todos a la vez para que salieran los 6 colores juntos. Llenaba el tapón de la botella de agua y me lo bebía como si fuera un chupito. Esperaba detrás de una puerta para darle un susto a alguien pero pronto me iba porque nadie aparecía. Me hacía la dormida para que mi padre me llevara en brazos a la cama. Solía pensar que la luna seguía mi coche. Miraba las gotas de agua caer en la ventana y me imaginaba que era una carrera de gotas. Cuando me tragaba las pepitas de fruta tenía miedo de que me creciera un árbol en la tripa. ¿Os acordáis de cuando éramos niños y no podíamos esperar a ser mayores? ¿En qué estaríamos pensando?

jueves, 21 de febrero de 2013

Con el tiempo uno aprende la sutil diferencia entre agarrar la mano y hacer palpitar el corazón. Que hacer el amor no es lo mismo que acostarse. Tener compañía, no significa sentirse seguro. Y los besos, no son contratos. Uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Con el tiempo aprendes que, sólo quien es capaz de quererte con tus defectos, sin pretender cambiarte, te puede llegar a hacer feliz. Entiendes que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de la mano (y sobran!) y quien no lucha por ellos, tarde o temprano, se verá rodeado de falsas amistades. Que disculparse es capaz de hacerlo cualquiera, pero que perdonar sólo es de personas grandes. Que cada experiencia vivida es única e irrepetible. Aprenderás a construir tus caminos en el "hoy" porque el "mañana" es demasiado incierto para hacer planes. Y que forzar las cosas para que sucedan sólo llevará a que, al final, se estropeen.

domingo, 3 de febrero de 2013

Hay personas a las que las despedidas les producen sarpullidos, como si despedirse de alguien fuera necesariamente sinónimo de dolor pero lo cierto es que no todas las despedidas duelen porque existen tantos tipos de despedidas como personas hay en el mundo. Existen las despedidas de amor. Siempre tristes. Siempre dolorosas. En las que se cierra una puerta con la esperanza de abrir otra. Las despedidas banales. En las que aparentemente nada cuenta, nada importa, hasta que el hueco del sofá te dice todo lo contrario. Despedidas llenas de miedo, de terror por lo que se esconde detrás de ellas. Especialmente cuando lo que se esconde es lo desconocido. A mucha gente le gusta maquillar una despedida con un reconfortante para siempre. A mi no. Cuando me despido de alguien, nunca echo la vista atrás. Para mi, sólo hay una manera de decir adiós y es decir: Hasta nunca! 

No hay prisa cuando sale el sol, en la mañana de una noche larga, después de las vueltas y el alcohol, en tus pupilas el mundo cambia
De pequeña aprendí que ante un problema sólo puedes hacer dos cosas: hacerle frente, encararte a él, mirarle fijamente a los ojos y luchar o huir, poner tierra de por medio y alejarte para siempre. Pero a veces, el problema, escapa a tu control, y te arrolla como un Tsunami. No puedes hacerle frente ni tampoco huir y al final, sólo te queda una opción: esperar a que la ola pase y cruzar los dedos para que  no te lleve por delante.

Escuché una vez a un viejo decir en un bar que el hombre, con el tiempo, se acostumbra a todo. Se acostumbra a vivir en Laponia a menos 40 grados o en Libia a más de 40. Se acostumbra a estar en silla de ruedas, a perder un brazo o a no tener padre. Decia ese viejo que era la estupida manera que tenemos de poder ser felices. Pero hay cosas a las que no te acostumbras ni con todo el tiempo del mundo. No te acostumbras al hueco vacío al otro lado de la cama. Nunca te acostumbrarás a no ver su sonrisa o a dejar de pedir dos copas en un bar o a comprar dos entradas a un concierto. A no notar su olor y sus besos, ni a que se te reviente el alma cada vez que te miras al espejo y te das cuenta de que eres el jilipollas más grande del mundo por haber dejado escapar al amor de tu vida



Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta. Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable. Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos y que los que escapan de ella estarán condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas. Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de ti, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien. Nos hicieron creer que el gran amor sólo sucede una vez; generalmente antes de los 30 años. Pero no nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado. Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, pero en el que la violencia, se practica a plena luz del día