Y no sé, quizás necesitamos a alguien que nos haga saber que no salimos tan mal en las fotografías y que el invierno no es tan triste como parece, pero al final es con el invierno con quien más nos identificamos, porque es agua acumulada en nubes, como nosotros acumulamos lágrimas por dentro y caen cuando ya no soportamos el peso. Y quizás nos hemos ido acostumbrando a pensar que todo irá de mal en peor y que la última llave no nos llevará a ningún lado. Y que muchas veces tenemos esa necesidad de querer que alguien entre a nuestra vida accidentalmente y cure nuestras heridas que por mucho tiempo han estado abiertas, que amortigüe la caída cuando decidimos saltar de nuestros miedos y sane  nuestras inseguridades con cada mimo. Es que lo inesperado es lo mejor que nos puede suceder, porque sucede lo mejor. Y lo mejor no es una cosa, sino una persona que nos dibuje una sonrisa en ese cielo gris, que por años enteros ha estado lloviendo sin parar y ha inundado nuestros pensamientos. Tenemos la esperanza de que en cualquier momento aparecerá: con una sonrisa tan blanca como la leche y tan brillante como la luz del sol en verano. Y cuando menos lo esperemos, cuando todas las posibilidades se agoten para encontrar a la persona que tanto deseamos que llegue, cuando ya no creamos en la magia del amor ni en la magia de la poesía, entra en nuestra vida de la forma menos imaginada para hacer que volvamos a creer en alguien.

- Benjamín Griss

Cuando somos más jóvenes somos presionados por un sistema muy absurdo: "estudia una carrera, termínala, busca un trabajo, ahorra dinero para un coche, ahorra para una casa, cásate trabaja, trabaja, trabaja hasta morir sin saber que viviste". ¿Qué hay de viajar?, ¿de conocer mundo?, ¿de aquellos sueños de ganarse la vida haciendo lo que uno ama? La juventud necesita estar educada, pero no se puede confundir una carrera con una vida, quien lo hace así termina por tener un corazón conformista e infeliz. Tenemos que invertir el tiempo en nosotros mismos para conocernos, para descubrirnos antes de que la sociedad intente ponernos una venda de miedos en nuestras ideas. Vivimos en un mundo donde se nos enseña que es más importante hacer dinero que hacernos personas. Olvidamos el corazón, lo maravilloso de nuestra mente, la capacidad de asombrarnos. Es triste vivir así, pero es más triste saberlo y continuar engañándonos.

 

"But your best friend is still your best friend. Even from half a world away. Distance can't sever that connection. Best friends are the kind of people who can survive anything.. And when best friends see each other again, after being separated by half a word and more miles than you think you can bear, you pick up right where you left off. After all, that's what best friends do."

I guess our parents stayed together simply because they didn't have 1000 other people following them or liking their pictures at their disposal when their marriage or relationship got hard. Nowadays, when our relationship hits the rocks we can just log on and get high off of this false sense of security and appreciation. We value our worth based on comments and inbox messages filled with colourful words that have no depth. Meanwhile, the person who loves you when there is no filter on your face becomes an option and the rest of the world who just sees your representative becomes priority. Don't lose what is real chasing behind what only appears to be.

"One day I decided that I was beautiful, and so I carried out my life as if I was a beautiful girl. I wear colours that I really like, I wear makeup that makes me feel pretty, and it really helps. It doesn't have anything to do with how the world perceives you. What matters is what you see. Your body is your temple, it's your home, and you most decorate it."