domingo, 12 de diciembre de 2010

a wish, a wish right now

Todos solemos pedir un deseo al año cuando soplamos las velas en nuestro cumpleaños. Algunos pedimos más; con el caer de las pestañas, en las fuentes, al ver una estrella fugaz... y de vez en cuando, algunos se cumplen. ¿Y que pasa entonces? ¿Es tan bueno como esperábamos? ¿Disfrutamos de nuestra felicidad o nos damos cuenta de que tenemos una larga lista de deseos esperando a ser deseados? No deseamos lo fácil, deseamos cosas importantes, cosas ambiciosas, cosas fuera de nuestro alcance. Deseamos cosas porque necesitamos ayuda, porque tenemos miedo, y normalmente sabemos que pedimos demasiado, pero seguimos pidiendo esos deseos porque sabemos que, a veces, se hacen realidad.



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