Es mucho más complejo que el mero echo de ser amigas. Es cuestión de fidelidad, de confianza.
Mucho más que el mero echo de quererse. Más aún que escucharse, o abrazarse o llorar juntas.
Es un desinterés mutuo, un afecto sin razón, una afinidad, una conexión.
Es cuestión de confianza, de fidelidad.