Creces, experimentas, aprendes, crees saber cómo funcionan las cosas, convencido de haber encontrado la clave que te permitirá entender y
enfrentarte a todo. Pero después, cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece perfecto, cuando crees haber dado con todas las
respuestas o al menos la mayoría, surge una nueva adivinanza. Y no
sabes que responder. Simplemente, te pilla por sorpresa.
Es la vida, simplemente ámala
llámala, detente a mirarla va en serio
¿verdad que no nos gusta el cementerio? ni verlo
si veo un caramelo, cogerlo y comerlo.
Pues somos el tiempo que nos queda
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